CUARTA TEMPORADA


QUINTO CAPÍTULO


Carolina Freyre de Jaimes en 1910
“Nuestro feminismo es dulce y tranquilo: reivindica sólo el derecho de pensar, de escribir, de trabajar.”

Hola. Te saluda Luis Enrique Cam

La poetisa y escritora Carolina Freyre de Jaimes nació en la heroica ciudad de Tacna el 4 de enero de 1844. Fue hija de Andrés Freyre y Juana Arias.

Tacna en aquellos años era una ciudad próspera e ilustrada. Gracias a las exportaciones del guano y al comercio de la plata que venía del Potosí, la ciudad se modernizó de forma rápida con la construcción del ferrocarril y una línea de telégrafo hacia el puerto de Arica.

La ciudad heroica, fue la segunda localidad después de Lima, en contar con alumbrado público a gas y servicios de agua por tuberías. Además, contaba con dos amplios teatros por lo que la movida cultural era muy dinámica.

En este ambiente, cuando sólo tenía 11 años de vida, Carolina Freyre publicó sus primeros versos en la revista “La bella tacneña” fundada por su padre en 1855.

Años más tarde, en su ciudad natal, conocería a su futuro esposo, el también escritor boliviano Julio Lucas Jaimes, conocido por el apelativo de “don Javier de la brocha gorda”.

Los Jaimes-Freyre formarían un hogar con siete hijos.

El 13 de agosto de 1868 pocos minutos antes de las seis de la tarde…

CAROLINA: – ¡La cena está lista!

JULITO: - Un rato más mamá. ¡Estamos jugando al ataque de los piratas! ¡Ríndete pirata pierna de palo!

JULIO: - ¿Rendirse? No conozco esa palabra… basta Julito, creo que tenemos que hacer caso a mamá…

CAROLINA: - Shhhhh… No hagan mucho ruido que Ricardito acaba de dormirse. Solo tiene 3 meses, pero cuando llora parece que tuviera 3 años…

JULIO: - Nuestro hijo será un tenor de zarzuelas…

CAROLINA: - ¿Qué es ese ruido? Parece como si el ferrocarril viniera hacia la casa…

JULITO: - ¿Qué sucede papá? ¿Por qué se mueven los muebles?

JULIO: - ¡Es un terremoto Carolina!

CAROLINA: ¡Dios mío!

JULIO: - ¡Apura Carolina! Salgamos de la casa rápido. ¡Ven Julito!

JULITO: - ¡Papá!

CAROLINA: - ¡Ricardito!

Aquella tarde se produjo el terremoto más fuerte que ha sufrido el Perú en toda su historia republicana. El puerto de Arica sufrió un gigantesco tsunami.

En Tacna la mayor parte de las edificaciones quedaron en escombros. También fueron asolados Arequipa, Mollendo y Moquegua.

Los muertos se contaron por cientos. Los daños materiales afectaron las condiciones de salubridad y las enfermedades infecciosas se propagaron rápidamente a la población.

Carolina Freyre, semanas después de haber ocurrido el cataclismo, envió al periódico El Nacional de Lima sus impresiones en el poema “Arica sobre escombros”.

En el cielo se extiende densa nube,

La atmósfera oscurece de repente,

Y un ruido terrífico, imponente

Hiende los aires y a los cielos sube.

En sus bases, la tierra se estremece

Como herido león que bambolea;

Los edificios caen,

De los templos la cúpula se arquea,

Y la ciudad en polvo se convierte…

Un alarido inmenso, delirante,

Los ayes y lamentos

Se mezclan al crujido

De techos y cimientos

Que se desploman con horrible ruido

Y de ese puerto bello y floreciente

Ruinas y escombros quedan solamente.

El brote de epidemias en la zona sur del país forzó a la familia Jaimes-Freyre su traslado a la capital.

Asentados en Lima, Julio Lucas Jaimes ejerció en 1870 como redactor principal del diario “La Patria”.

Asimismo, Carolina Freyre colaboró con la revista “El Correo del Perú” y en 1872 con el semanario “La Bella Limeña” en el que publicó por entregas su novela “Un amor desgraciado”: relato sobre la oposición de un padre a una relación de enamorados, presionado éste por un acreedor que también pretendía el afecto de su hija. El drama mantuvo en vilo por semanas a una legión de lectores.

La escritora tacneña colaboró en “La Patria” con una columna sabática titulada “La revista de Lima” en la que opinaba sobre los sucesos de la semana y la vida cotidiana de la ciudad. Como este artículo, titulado “El baile” publicado en 1873.

“Entre los frívolos pasatiempos de la vida, acaso no hay uno que encierre tanto encanto, ni tanto peligro a la vez para la juventud, como el baile.

Los primeros ensueños de la ilusión, nacen para una mujer la vez primera que engalanada y bella como una mañana de primavera, va a posar su planta en un salón radiante de luces, decorado por hermosos espejos, embalsamado por los perfumes de las flores y lleno de las armonías de la música que convida al baile.

Las primeras impresiones de amor se despiertan entre las vagas evoluciones de un vals.

Las primeras chispas de la pasión brotan instantáneamente, a la suave presión de una mano, al tibio calor de esa atmósfera que rodea dos cabezas que vagan unidas por el inmenso torbellino de un salón.

¡Cuántas ideas bullen en la imaginación en medio de un baile! ¡Cuántos ensueños recrean la fantasía!

Hay verdadero peligro para el candor por más que se califique esta diversión como la más inocente, por más que se crea que es uno de los pasatiempos más insignificantes.

Acostumbramos preservar a la mujer hasta cierta época, de las tentaciones de la vida, rodeamos su pensamiento de una atmósfera de pureza, presentamos a su vista ejemplos de ingenuidad, de inocencia, de virtud y el primer espectáculo que contempla al pisar el umbral del mundo es la lucha de las pasiones, la tentación vestida de oropeles ¡los sueños del amor idealizados por el placer!”

En mayo de 1874, Carolina Freyre fundó, junto a Juana Manuela Gorriti, el semanario “El Álbum”. Primera revista hecha por mujeres para mujeres en el Perú. La publicación contaba con secciones de literatura, Bellas Artes, Educación, Teatro, Modas y un espacio reservado para Anuncios Económicos. La escritora tacneña colaboraba con breves cuentos, poesía, ensayos, episodios históricos. En este espacio promovió la emancipación y educación femenina.

“No basta que la mujer este sobre el altar en el templo de la familia; es menester además que el prestigio de su belleza, de su espíritu o de su corazón traspase los límites de aquel imperio, y vaya a reflejarse como una luz complementaria, sobre la más vasta escena de toda la sociedad.”

En este mismo año, se incorporó al exclusivo Club Literario de Lima, grupo de tan solo 32 miembros en el que ella era la única mujer.

En 1875 ofreció en el Club Literario una conferencia sobre la vida y obra de Flora Tristán, que fue considerada como la mejor del año por la que obtuvo una medalla de plata.

Con motivo del primer concurso dramático nacional convocado por el presidente Mariano Ignacio Prado, en 1877, Carolina Freyre escribió “María de Vellido” (sic), drama histórico de cuatro actos y en verso. La obra fue premiada por la Municipalidad de Lima y editada en Tacna.

Al estallar la guerra del Pacífico en 1879, deploró las derrotas de las armas peruanas en el sur, en especial por lo sucedido en el campo del Alto de la Alianza…

CAROLINA: “¡Tacna! … suelo querido, cuna de mis padres, risueño oasis donde vi la luz primera!... cuál te hallas hoy entregado tal vez, a bárbaras profanaciones, humillado, ocupados tus lares por una turba inculta, arrasados tus bellos campos, destruida tu naciente industria, eclipsado tu brillante porvenir!... ¿Y tus hijos?... ¿y tus hijas?... errantes, dispersas, como los hijos de Jerusalén, expiando amargas culpas que no cometieron huyendo del buitre devorador, del lobo carnicero que dejó su huella sangrienta donde detuvo su paso…”

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JULIO: - Carolina, los plazos se han terminado. Ahora está demás escribir en el diario cuando la escuadra invasora está bloqueando el puerto del Callao.

CAROLINA: - ¿Renunciarás al diario?

JULIO: - Aunque no estoy obligado por la ley, es lo que me dicta mi conciencia. Me enrolaré en el ejército. Han empezado la construcción de los reductos en Miraflores y se necesita todo el apoyo disponible.

CAROLINA: - De acuerdo amado esposo. Sabes que te amo con toda mi vida, y acepto tu decisión.

Carolina Freyre, madre de niños aún pequeños, escribió encendidas arengas a la población de Lima para luchar frente a la inminente invasión de la capital.

CAROLINA: “Cuando la paz haya sucedido a la guerra, cuando la verdad suceda al artificio, cuando la luz rompa el velo de sombras extendido por la pérdida y el engaño, Chile contará sus victorias, pero victorias manchadas con crímenes e inequidades y el Perú contará desastres sin duda, pero desastres engrandecidos por luchas nobles…, por heroicidades sin ejemplo, por virtudes sin imitación. Este será nuestro triunfo, porque hay triunfo también en la derrota, como suele haber vergüenza y humillación en la victoria.”

Cuando Lima fue tomada por el ejército chileno después de las batallas de San Juan y Miraflores en enero de 1881, el coronel Julio Lucas Jaime fue tomado prisionero y llevado a San Bernardo, Chile, junto a otros personajes políticos.

Carolina Freyre se trasladó a Tacna, ya ocupada por los chilenos. Allí se uniría con jóvenes intelectuales como Víctor Mantilla, Federico Barreto y Modesto Molina para formar la “Cofradía lírica” que luego se convertiría en la “Bohemia tacneña”. Núcleo de resistencia cultural contra la campaña de chilenización en las provincias cautivas de Tacna y Arica.

Liberado su esposo y deportado a Sucre, Carolina Freyre viajaría con sus pequeños hijos a Bolivia. La valiente escritora reiniciaría su vida intelectual editando el semanario “El Álbum” en este país.

A principios del siglo XX los Jaimes-Freyre se trasladaron a Buenos Aires. La escritora tacneña trabajó en diversas revistas argentinas y se destacó como una activa conferencista sobre los derechos de la mujer. En 1910 disertó en Buenos Aires sobre la presencia femenina en el espacio público en el “Primer Congreso Patriótico de Señoras de América del Sur”:

CAROLINA: “Nuestro feminismo es dulce y tranquilo; reivindica sólo el derecho de pensar, de escribir, de trabajar, de ganar honradamente la vida; da lo que las flores al que las cultiva; per¬fumes y lozanía.”

Mientras su salud se lo permitió, Carolina Freyre, visitó Lima para brindar conferencias como miembro del Consejo Nacional de Mujeres. En el ocaso de su vida la diabetes le hizo perder la visión…

Carolina Freyre murió en Buenos Aires el 29 de mayo de 1916 a los 72 años de edad. Dos años antes había partido su inseparable esposo Julio Lucas Jaimes.


FIN


Guion y dirección

LUIS ENRIQUE CAM

Interpretaciones

CRISTÓBAL PAZ

MAGALI LUQUE

OSWALDO ÁLVAREZ

Fuentes Bibliográficas:

1.- Walter Barrios y José Antezana “Diccionario Histórico Geográfico de Tacna”. Jorge Hugo Girón Flores editor.

2.- María del Carmen Escalá Aranibar “El ángel del hogar y el ángel de la guerra” El discurso patriótico maternal de Carolina Freyre de Jaimes y su afirmación nacionalista desde el diario La Patria, ad portas de la Ocupación de Lima (1844‐1880) Tesis de Licenciatura en Historia – PUCP, 2015.

3.- Carlos Alberto González “Antología Histórica de Tacna (1732-1916)” Lima, 1952 pp:51-59.

4.- Manuel Zanutelli Rosas “Mujeres peruanas en la literatura del Siglo XIX”. (2018) Fondo Editorial del Congreso del Perú, Lima.

5.- Revista Mundial. Noviembre 14 de 1908. Año IV p: 1189. Conferencia sobre feminismo de Carolina Freyre de Jaimes en la Sociedad Geográfica.

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